Hoy en día nos encontramos en la era de la información donde los dispositivos electrónicos y de telecomunicaciones se han vuelto imprescindibles para los procesos productivos de nuestra sociedad, dispositivos tales como computadoras personales, teléfonos inteligentes, computadoras portátiles o tabletas se han vuelto parte del día a día de todas las personas.
Estos electrónicos ayudan que los procesos productivos sean cada vez más eficientes y que exista en una menor medida el error humano, pero no todo es perfecto ya que estos electrónicos llegan al fin de una vida útil, ya sea por obsolescencia programada o porque los mismos dejaron de funcionar correctamente.

El problema del fin de la vida útil de los electrónicos se agudiza cuando simplemente los electrónicos se desechan en grandes cantidades y los mismos no se canalizan a un proceso donde se de disposición final a los mismos o en términos generales se reciclen.
Simplemente el 80 % de las veces se almacenan pensando que en algún momento serán reparados o que en un futuro no muy lejano los mismos volverán a ser útiles, cosa que regularmente nunca ocurre. El otro 15% de los electrónicos es canalizado a tiraderos clandestinos o mandados a rellenos sanitarios donde el tratamiento que se les da no es el correcto ni el más adecuado, canalizándose solo el 5% a una alternativa sustentable para su correcto reciclaje.
La razón fundamental por la cual los residuos electrónicos deben ser reciclados es porque el incorrecto tratamiento de los mismos genera problemas para el medio ambiente, un ejemplo podría ser el mercurio de las bacterias, ya que se encuentra científicamente comprobado que si se arroja al menos un gramo de mercurio este es capaz de contaminar hasta 10000 litros de agua potable, como se observa el problema es bastante grave ya que los daños que se pueden causar al ambiente por el incorrecto manejo de los electrónicos en su reciclaje suele ser bastante grande.
Ahora bien es importante mencionar que los electrónicos poseen diversos componentes que podrían ser dañinos, desde los metales pesados que poseen hasta incluso los retardantes de flama que poseen algunos plásticos empleados como protección de los electrónicos.