Este tipo de alivio seguramente sea momentáneo y su causa es una de las situaciones más inciertas que hayamos atravesado en muchos años a nivel global; sin embargo una consecuencia imprevista del brote de coronavirus ha sido la reducción en las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático y, por ende, un aire más limpio.

Desde principios de mes venimos viendo que en China, debido al cierre de fábricas y comercios, junto a las restricciones de viaje impuestas para hacer frente a la epidemia de covid-19, se tradujo en una bajada sustancial en el consumo de combustibles derivados del petróleo.
Eso mismo fue lo que produjo una caída de al menos un 25% en sus emisiones de dióxido de carbono, según del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en Estados Unidos. “La demanda de electricidad y la producción industrial en ese país, permanecen muy por debajo de sus niveles habituales, según varios indicadores”, destacan.

Es probable que esto haya eliminado una cuarta parte o más de las emisiones de CO2 del país en las dos semanas que siguieron a las vacaciones del año nuevo chino, el período en que la actividad normalmente se hubiera reanudado.
Y, por lo pronto, la tendencia se ha mantenido: se calcula que durante durante febrero China emitió 150 millones de toneladas métricas de CO2 menos que durante el mismo período el año pasado. Eso es más o menos el equivalente a todo lo que Nueva York emite durante un año y, un cambio de este tipo, significa una reducción del 6% de emisiones a nivel mundial.

En lo que respecta a Italia, su bloqueo total demostró una mejora en la calidad de su aire, a causa de la inactividad de las industrias y menor afluencia de tráfico. En las imágenes satelitales se puede hacer una comparación sobre el estado de las emisiones hace dos meses y la actualidad.

En el Norte es en donde más variación se ve, siendo que fue una de las zonas más afectadas del país y, por ende, la región en la cual más medidas de prevención tomaron. En Venecia, por ejemplo, a falta de turismo, barcos y cruceros, sus residentes notaron que el agua de los canales se aclaró, ¡se ve cristalina! al punto de que pueden percibirse montones de peces nadando.

Estimamos que se trata de un alivio ambiental temporal: habrá que ver en qué medida se regresa a las actividades convencionales, si acaso no se da un efecto rebote, por voluntad de los gobiernos de estos paises de recuperar económicamente lo que estos bloqueos ocasionaron; cosa que ha sucedido en recesiones anteriores.